sábado, 11 de septiembre de 2010

FELIZ DIA MAESTROS


En la memoria de todos algún maestro ocupa un lugar, ya sea porque fue bueno y divertido o porque tuvimos que rendir en diciembre con él/ella. Sin embargo, se pueden mencionar aquellos que la mayoría debe recordar:
  • La seño de jardín: era quien nos hacía jugar, nos consolaba cuando llorábamos el 1º día de clases y, aunque nos portábamos mal (en algunos casos) siempre estuvo a nuestro lado. Fue como la 2º mamá.
  • La seño de 1º grado: tan amoroza y que siempre levantaba la voz porque era imposible que la escuchemos con todos nuestros gritos. Le costó pero pudo lograr que aprendamos el abecedario y el ma - me - mi - mo - mu. Tantos recuerdos hermosos de esa época.
  • Los maestros de la primaria: vieron crecer a sus alumnos y hoy en día, algunos no recuerdan cuando los saludamos por la calle y después de unos minutos siempre dicen: qué grande que estas! Nunca olvidan las travesuras, las risas, las fiestas de disfracez, los actos, las poesias y todos los momentos que pasaron adentro del aula.
Ellos son algunos, pero existen otros mas. Ellos que con su VERDADERA vocación demostraron que la docencia es la mejor profesión. Ellos se animaron a dejar huellas en cada uno de sus alumnos, más allá de sus calificaciones, cada uno significó algo especial.
Cómo no olvidar los actos, los festejos del día del Maestro, las fiestas de la primavera y tantos otros acontecimientos en los que ellos nos impulsaban a perder la vergüenza y animarnos a más.
Hoy en su día revaloremos ese sentimiento hacía ellos. Que el respeto sea la fuente de trato porque son personas que entregan horas de su vida para educar y no se merecen el desprestigio de los alumnos y del Estado.

La EDUCACIÓN será digna cuando se DIGNIFIQUE la TAREA del docente.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿EL PAÍS DE LOS MILAGROS?


Quién no habrá mencionado alguna vez la historia conocida como el Milagro de Los Andes o, mejor dicho, Viven. Nadie dejó de ver la película, siempre despierta en el espectador una suerte de impresión y emoción. Pasaron 37 años de aquel hecho que mantuvo en vilo al mundo. La búsqueda continuaba pero la esperanza de encontrar con vida a los 45 pasajeros del vuelo uruguayo con destino a Chile disminuía con el paso del tiempo. Sin embargo, el 22 de Diciembre de 1972 la alegría iluminó el rostro de los diesiseís sobrevivientes. Fueron 72 días de intensa búsqueda; a pesar de la escaza reserva de alimentos y las bajas temperaturas, dos personas deciden emprender camino y así llegar a Chile. A esta historia todo el mundo la conoce.
Pasaron los años y en la madrugada del 27 de Febrero de 2010 un fuerte terremoto (8.8 en la escala de Richter) sacudió el suelo chileno y el de varios países limítrofes. Centenares de personas perdieron la vida, otras miles quedaron sin casas. Se regristraron varias réplicas y fue un golpe muy duro para el país trasandino. Decenas de casas quedaron destruídas y aún continúan las tareas de reconstrucción en las diferentes localidades afectadas.
Pero esto no es todo, la noticia del derrumbe de una mina en la localidad de Copiapó, una vez más, captó la atención de todos. Decenas de operarios quedaron atrapados y la desesperación fue inminente. Después de 17 días, los 33 mineros atrapados dieron señales de vida. A través de una sonda se pudo localizar el refugio, una cámara tomó imágenes de ellos y enviaron un papel que decia : "Estamos bien en el refugio los 33". Después de esta noticia todo un país se alegró. En las calles los automóviles tocaban vocina, las banderas chilenas flameaban para demostrar que los milagros existen y que gracias a la fe estas personas se mantuvieron serenas y esperan que llegue el momento de volver a ver la luz del sol. Las tareas de rescate se prolongarán por varios meses pero la esperanza continúa.
A 700 metros de profundidad, 33 historias de vida mantienen en vilo a todo el mundo. Sin embargo demostraron que se puede y el color esperanza está vivo más que nunca. Como los relatos de los muchachos que sobrevivieron a la tragedio de Los Andes y tantas historias que se registraron después del terremoto, el país trasandino dejó en claro que los milagros y la hermandad existen, más allá de los distintos pensamientos. Chile se unió para darles fuerzas, no importan las condiciones climáticas pero los familiares de los mineros acampan en el lugar de rescate para estar cerca. Un modelo a imitar de solidaridad, amor, esperanza y, sobre todo, fe.